Nacido entre la aristocracia escocesa, Robert the Bruce es mejor recordado por su liderazgo incondicional de Escocia durante la guerra nacional por la independencia con Inglaterra a fines del siglo XIII. Robert reclamó con éxito el trono de Escocia y condujo a su pueblo a la victoria sobre el dominio opresivo de Inglaterra.
Aunque los detalles de su vida temprana son inciertos, Robert nació en una línea de la nobleza escocesa y para cuando tenía 18 años, Robert ya estaba enredado en la elaborada red de política que rodeaba el gobierno de Escocia.
Tras la muerte de su reina en 1290, Escocia entró en un interregno o brecha en el gobierno. A Edward I, rey de Inglaterra (conocido famosamente como Longshanks), se le pidió que eligiera a su sucesora. Cuando seleccionó a John Balliol como el heredero legítimo en 1292 (sobre el abuelo de Robert Bruce), tanto Robert como su padre se negaron a aceptar la decisión.
En lugar de apoyar al recién coronado Rey Juan, los Bruces se pusieron del lado de Longshanks, el rey inglés que eligió a John en primer lugar. Esto encontró a la familia Bruce en desacuerdo con muchos de sus compatriotas.
Al enterarse de una alianza entre los escoceses y los franceses en 1296, Inglaterra invadió y destronó al rey Juan, una vez más, dejando a Escocia sin un verdadero monarca. Robert finalmente rompió los deseos de su padre y trató de alinearse con aquellos que buscan la revuelta. Sin embargo, no fue sino hasta 1298 después de una vez más del lado de Longshanks en la Batalla de Falkirk que Robert realmente se separó del rey inglés. Después de ver derrotados a sus compatriotas, incluido Sir William Wallace, había llegado el momento del cambio. Cuando Wallace cedió el título de Guardián de Escocia, Robert fue nombrado su sucesor.
Tras una serie de supuestos acuerdos y promesas incumplidas sobre el futuro del trono escocés, en 1306 Robert se reunió con John Comyn, sobrino del anterior rey John. Comyn era otro demandante fuerte del trono y potencial rival de Robert. Los detalles de su reunión todavía se debaten hasta el día de hoy, pero lo que se sabe con certeza es que en algún momento los dos llegaron a las manos y Robert fue asesinado por Comyn. Menos de dos meses después, Robert fue nombrado Rey de Escocia por sus compañeros nobles.
Como Rey, Robert dirigió a Escocia en un prolongado conflicto contra Inglaterra que persistió no solo durante el reinado de Edward Longshanks, sino también en el de su hijo, Eduardo II. Durante casi ocho años, Escocia e Inglaterra volearon por el control de la nación, que culminó en la Batalla de Bannockburn en 1314. Según algunas versiones, las fuerzas de Robert fueron superadas en número tres a uno, pero a través de tácticas inteligentes los escoceses salieron victoriosos. Sufriendo miles de bajas, la batalla fue una absoluta humillación para Inglaterra y el Rey Eduardo. Con el impulso de su lado, Robert ahora rechazó a los ingleses en sus propias tierras así como en sus territorios en Irlanda.
Cuando el Papa finalmente reconoció a Robert como el verdadero rey y único gobernante de Escocia en 1324, las reclamaciones de Inglaterra al país casi habían terminado. En 1327, el Tratado de Edimburgo-Northampton marcó oficialmente el final de lo que finalmente se conocería como la Primera Guerra de Independencia escocesa.
Aunque vivió para ver a su patria libre del dominio inglés, el 7 de junio de 1329, Robert murió a la edad de 54 años. A pesar de los conflictos políticos que plagaron a la familia Bruce durante sus años de formación, Robert se levantó al llamado de su pueblo, finalmente sacudiendo la amenaza de Inglaterra después de más de una década de confusión.
Robert the Bruce es uno de los nueve nuevos líderes que vendrán con Civilization VI: Rise and Fall cuando la expansión se publique el 8 de febrero de 2018.
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