Un hombre muy alto vestido de traje y unos detallados efectos prácticos contribuyeron a que el clímax de la nueva película de Fede Álvarez resultara angustiosamente real.
Gran parte de Alien: Romulus funciona como una especie de “Grandes Éxitos” de la franquicia Alien. Un grupo de desarrapados habitantes del espacio se encuentran a bordo de una nave espacial, en presencia de un androide sintético, cuando de repente se ven atacados por facehuggers y, finalmente, Xenomoprhys.
Los actores Cailee Spaeny y David Jonsson son dignos sucesores de la última chica protagonista, al estilo de Ripley, y del androide, al estilo de Bishop, en el centro de estas historias.
Pero Romulus no se basa totalmente en las reglas. El director y coguionista Fede Álvarez estuvo anteriormente detrás de las películas Evil Dead (2013) y Don’t Breathe (2016), ambas con grandes giros en su acto final; Alien: Romulus, acertadamente, hace lo mismo con la inclusión de un nuevo y horripilante villano/criatura/monstruo conocido solo como “The Offspring”.
“Por la forma en que lo describen, intentas imaginártelo en tu cabeza y no sabes cómo va a crear el director ese personaje“, explicó a Variety el supervisor de efectos visuales Daniel Macarin.
El híbrido humano/Xenomorfo (conocido como “The Offspring”) parece un cruce entre un humano, un Xenomorfo y uno de los Ingenieros de Prometheus. Hizo falta un poco de magia cinematográfica y la actuación por primera vez de uno de los jugadores de baloncesto más altos de todos los tiempos para que cobrara vida.
Robert Bobroczky, who could’ve been tallest player in basketball history. pic.twitter.com/SfUDVwXgbI
— High on History (@High0nHistory) January 31, 2024
El Offspring que aporta un inquietante nivel de miedo a los momentos finales de Alien: Romulus antes de ser expulsado heroicamente de la nave hacia su muerte está interpretado por el jugador de baloncesto rumano Robert Bobroczkyi, que con sus 2.31 m es uno de los más altos de todos los tiempos.