El reverendo Lawrence Kozak de la Iglesia St. Thomas More en Pottstown, Pensilvania, se encuentra en serios problemas legales luego de ser arrestado por robo y malversación de fondos. Según las investigaciones, Kozak habría desviado más de $40.000 de las arcas de la iglesia para financiar su adicción a los juegos móviles, especialmente Candy Crush y Mario Kart.
La historia se remonta a noviembre de 2022, cuando la Arquidiócesis de Filadelfia inició una investigación interna tras detectar “una cantidad astronómica de transacciones de Apple” realizadas con la tarjeta de crédito de la parroquia. Los cargos, que abarcan desde septiembre de 2019 hasta julio de 2022, incluían compras dentro de los juegos móviles mencionados, así como regalos para la ahijada de Kozak.
Al ser confrontado, el reverendo Kozak admitió su adicción a los juegos y aseguró que utilizaba el dinero para mejorar sus habilidades y obtener ventajas en las partidas de Candy Crush. Sin embargo, negó haber actuado con mala intención, alegando que los cargos se realizaron automáticamente debido a que las tarjetas de crédito estaban vinculadas a su teléfono celular.
Tras su destitución del cargo, Kozak ha devuelto $18.000 a la parroquia, $10.000 de su propio bolsillo y $8.000 mediante un cheque. Además, ha expresado su arrepentimiento y está buscando ayuda profesional para tratar su adicción.
El caso de Kozak ha generado conmoción en la comunidad y ha puesto sobre la mesa la necesidad de implementar mayores controles financieros en las instituciones religiosas. Se espera que en los próximos días Kozak enfrente cargos formales y se determine su destino judicial.
Este incidente sirve como una triste advertencia sobre los peligros de la adicción a los juegos móviles y la importancia de la transparencia y la responsabilidad financiera en las organizaciones religiosas.