Microsoft ha anunciado una nueva ronda de despidos en su división de juegos, afectando a 650 empleados. Esta decisión se produce en el marco de la integración de Activision Blizzard, una adquisición multimillonaria que ha supuesto un gran cambio para la compañía.
Según Phil Spencer, CEO de Microsoft Gaming, los despidos se centran principalmente en funciones corporativas y de soporte, y no afectarán al desarrollo de nuevos juegos ni al cierre de estudios. Sin embargo, esta noticia se suma a los 1900 despidos anunciados a principios de año, lo que ha generado cierta preocupación entre los empleados y los fans de la marca.
«Por separado, como parte de la gestión del negocio, hay algunos impactos en otros equipos a medida que se adaptan a las prioridades cambiantes y gestionan el ciclo de vida y el rendimiento de los juegos«, escribió el ejecutivo, quien ha supervisado una serie de adquisiciones de estudios de juegos y editores durante años. «No se cancelan juegos, dispositivos ni experiencias, y no se cierran estudios como parte de estos ajustes en la actualidad«.
A pesar de estos recortes, Microsoft asegura que sigue comprometida con el futuro de Xbox y que seguirá invirtiendo en nuevas tecnologías y experiencias de juego. No obstante, esta nueva ola de despidos plantea interrogantes sobre el impacto que tendrá en la cultura corporativa y en la capacidad de la compañía para competir en un mercado cada vez más competitivo.