Hace algún tiempo escribí un editorial sobre los remasters durante la aun actual generación. En ese entonces hacía alusión a la alarmante cantidad de juegos antiguos que estaban siendo relanzados con apenas 3 o 4 años de estar en el mercado. Además señalé que no siempre eran malos, y que dependía del consumidor si volver a pasar por caja de nuevo o no, en caso de haber jugado antes el título original.
Respecto a la retrocompatibilidad, nunca he estado en contra, de hecho me encanta jugar títulos antiguos. ¿Pero que tanto abarcarán las nuevas consolas juegos viejos? Es la interrogante que debemos esperar para responder.
Una generación de ensayo
Actualmente, los remasters están tomando otro matiz para las consolas Next-Gen. Pues resulta que muchos de los juegos lanzados los últimos años, ahora vienen con la coletilla de “Disponible para PS5 Xbox Series X / S cuando se lancen”. Lo que me hace pensar que tanto Xbox One como PS4 no fueron las consolas que debieron romper el molde en la octava generación.
Todos estamos claros que gráficamente esta no fue una generación que nos dejara con la boca abierta respecto a los gráficos, salvo contados juegos que rompieron en ese apartado. Entonces al ver que los juegos que darán el salto, en teoría, se verán y correrán mejor (tal como afirma Sony con el modo Boots) entonces se podría decir que esta generación fue una intermedia o de ensayo para la que está por venir.
El catálogo retrocompatible
En este punto en concreto no puede haber queja alguna, ya que en teoría se supone que es una característica gratuita. Sony por un lado, ha afirmado que PS5 solo será retrocompatible con PS4 en el 99% de los juegos. Mientras que Microsoft afirma que Xbox Series X tedrá compatibilidad de cuatro generaciones de consolas. En el caso de PS5 se quedan bastante cortos, pero bien podrían portar juegos de PS3, PS2 y PS1 como ha sucedido en PS4.
En esto habrá que ver que tan bien corren los juegos en consolas nuevas. Otro punto es si los juegos no tendrán problemas o errores cuando se corran en las consolas. Además de que cada juego tenga un trabajo de optimización de parte de los desarrolladores.
¿Cual será el costo?
A pesar de que muchos juegos que salen ahora están siendo anunciados para las nuevas plataformas, obviamente se asume que el que ya posea el juego no debe de comprarlo nuevamente. Pues viene otra interrogante, ¿mantendrán el precio inicial al dar el salto?
Cuando se anuncia un remaster, se entiende que aparte del trabajo gráfico también traerá los DLC y nuevos modos para justificar la compra. Pues en algunos casos, muchos desarrolladores apenas hacen nada nuevo con el remaster para que, de nuevo, el usuario pase por caja.
Es algo difícil de predecir, teniendo en cuenta que para esta Next-Gen, los precios de los juegos van a subir. También está el hecho de que los juegos digitales no bajan de precio al menos en el primer año. Todas esas interrogantes las sabremos en el primer año después del lanzamiento.
División de esfuerzos
Otro punto importantísimo es, que ese esfuerzo que realizan los desarrolladores para adaptar un remaster, bien se podría utilizar en crear una nueva IP. Y que no me vengan con que los costos de producción son altísimos, ya que hay muchos juegos indies que han resultado ser una joya con poco presupuesto.
Es obvio que empresarialmente hablando, es mas factible relanzar un juego ya hecho, que crear uno desde cero. Pero por favor, no abusemos del derecho de querer aplicar la ley del mínimo esfuerzo a la primera de cambio.
Ventajas
Como no todo es malo con los remasters, también hay varias ventajas. Como el hecho de jugar con la nostalgia, hacer llegar el juego a un público más amplio, remorar las experiencias de la primera vez que jugamos, etc.
Hay otra ventaja y es, que si un juego en su momento no fue bien recibido y fue una joya oculta, bien pudiera tener su oportunidad como resmaster. Así no nos perdemos de un título excelente que fue opacado por otros, o porque no lo se le dio la atención que merecía.
Estamos a tan solo un mes de que lleguen las consolas Next-Gen, y según lo que estamos viendo, los remasters seguirán siendo el pan de cada día. Como siempre he dicho, si el trabajo detrás del remaster es algo que valga la pena, o si no llegamos a jugar el juego cuando se lanzó originalmente podemos hacernos con él, de lo contrario, que ni se molesten en lanzarlos.
