Nobuyo Ōyama, la icónica voz detrás del entrañable robot gato Doraemon, falleció el pasado 29 de septiembre a la edad de 90 años tras una prolongada lucha contra la demencia. Su fallecimiento marca el fin de una era en la animación japonesa, dejando un vacío imposible de llenar en el corazón de millones de fans alrededor del mundo.
Durante 26 años, desde 1979 hasta 2005, Ōyama prestó su inconfundible voz a Doraemon, convirtiéndose en sinónimo del personaje. Su interpretación, llena de calidez y ternura, logró cautivar a generaciones enteras, trascendiendo fronteras culturales y lingüísticas. La voz de Ōyama era más que un sonido; era la esencia misma de Doraemon, un compañero inseparable para niños y adultos por igual.
Pero la versatilidad de Ōyama no se limitaba a Doraemon. A lo largo de su carrera, demostró ser una artista multifacética, incursionando en la música, la escritura y el doblaje de diversos personajes. Su voz también dio vida a Monokuma, el enigmático antagonista de la serie Danganronpa, demostrando así su amplio rango interpretativo.
Los reconocimientos no se hicieron esperar. Ōyama fue galardonada con numerosos premios a lo largo de su carrera, incluyendo el «Broadcasting Woman Award» en 2005. Su influencia en la industria del doblaje japonés fue innegable, inspirando a generaciones de actores de voz.
Aunque su voz se apagó, su legado perdurará por siempre. Doraemon, gracias en gran medida a la interpretación de Ōyama, se convirtió en un icono cultural global, traducido a más de 55 idiomas y transmitiendo valores universales como la amistad, la esperanza y la importancia de los sueños.