La industria del videojuego vivió un momento atípico hace poco más de 4 años. El mundo sufrió una pandemia causada por el COVID-19 y recibió la orden de quedarse en casa.
Fue entonces cuando los videojuegos se alzaron como el pasatiempo favorito, pero esto generó unas expectativas desmesuradas que a su vez desembocaron en la actual crisis del videojuego.
Una reciente encuesta realizada por Circana, una firma de análisis de la industria de los videojuegos, reveló un descenso en el número de jugadores menores de 13 años que juegan a videojuegos en Estados Unidos, uno de los mercados más importantes del mundo.
Según la información, para este año, 2024, hay 38.5 millones de jugadores en ese grupo de edad, por debajo de los 40.9 millones durante 2020.
Asimismo, el informe comparte que los 38.5 millones de jugadores menores de 13 años actuales es un resultado inferior a los 38.7 millones que había en 2018.
Por otro lado, el tiempo que este grupo de edad dedica a los videojuegos también disminuyó. Según Mat Piscatella, analista de Circana, en 2022 estos jugadores pasarán 17.2 horas a la semana jugando a videojuegos. En 2024 jugarán 16 horas.
Por el contrario, ha aumentado el tiempo que los niños dedican a ver videojuegos en streaming. En este sentido, el informe revela que en 2022 pasaban 8.9 horas a la semana viendo este tipo de contenidos, mientras que en 2024 pasarán 10.1 horas. Menos gaming, más streaming de videojuegos.
A pesar de los cambios que muestran estas cifras, Mat Piscatella no considera que haya signos de alarma porque, si acaso, estamos viviendo una vuelta a los niveles que tenía la industria antes del periodo pandémico.