Debbi Wood, de 43 años, conocida como la “mujer más celosa del Reino Unido“, es noticia por sus medidas extremas para evitar que su marido le sea infiel.
Wood, quien recibe un subsidio del gobierno por movilidad reducida, de aproximadamente unos $1500 dólares, destina parte de ese dinero a comprar consolas y videojuegos para mantener a su esposo, Steve, entretenido en casa. De esta manera, pretende evitar que él tenga contacto con otras mujeres.
“He pagado al sistema, tengo derecho a recibir las cosas que recibimos. Mi discapacidad, mi subsidio de cuidado, mi apoyo a los ingresos. No puedes darte la vuelta y decirle a alguien: ‘Oh, porque eres obeso es tu culpa’. No fue culpa mía que subiera de peso”. Dijo Wood en una entrevista.
Steve, por su parte, pasa más de la mitad del día jugando, lo que ha generado críticas por su actitud pasiva ante la situación. Además de los videojuegos, Debbi somete a su marido a controles constantes: pruebas de detector de mentiras, revisión de su celular, correos electrónicos y cuentas bancarias. Incluso, le prohíbe ver ciertos programas de televisión por la presencia de mujeres.
Su esposo dijo que debido a los celos de su esposa: “Probablemente, pasamos más de la mitad del día jugando”, agregando que le gusta “jugar Gran Turismo y Call Of Duty”.
La obsesión de Wood la ha llevado a planear una cirugía estética para perder peso, con la esperanza de que esto la haga sentir más segura y menos propensa a pensar que su marido la engaña.
Este caso es un ejemplo de cómo los celos pueden llevar a comportamientos irracionales y abusivos.
