Un multimillonario de Ohio, Larry Connor, y el cofundador de Triton Submarines, Patrick Lahey, se embarcan en una audaz misión para sumergirse a más de 3.7 kilómetros en las profundidades del océano y llegar nuevamente al naufragio del Titanic.
Este viaje, que se realizará en un nuevo sumergible para dos personas llamado Triton 4000/2 Abyssal Explorer, busca demostrar la seguridad y viabilidad de la exploración submarina, tras el trágico accidente del sumergible Titan el año pasado.
Connor, impulsado por la tragedia del Titan, que cobró la vida de cinco personas, incluyendo al CEO de OceanGate, Stockton Rush, busca enviar un mensaje claro: la exploración submarina puede ser segura y gratificante si se realiza con la tecnología y la preparación adecuadas. “Quiero mostrar a la gente de todo el mundo que si bien el océano es extremadamente poderoso, puede ser maravilloso, agradable y realmente transformador si se aborda de la manera correcta“, afirma Connor al Wall Street Journal.
El Triton 4000/2 Abyssal Explorer, diseñado por Lahey, representa un salto tecnológico significativo en el campo de los sumergibles. Con un costo de 20 millones de dólares, este vehículo submarino está especialmente diseñado para soportar las presiones extremas del fondo del océano y realizar múltiples viajes al sitio del Titanic.
La misión de Connor y Lahey va más allá de una simple demostración de seguridad. Su objetivo es abrir las puertas a nuevas posibilidades en la exploración submarina, permitiendo a científicos, investigadores y entusiastas del océano acceder a lugares antes inimaginables.
