En el mundo de los videojuegos, los anuncios de grandes lanzamientos AAA suelen generar gran expectación. Sin embargo, esta emoción a menudo se ve empañada por largos tiempos de espera, que pueden extenderse a cinco, seis o incluso siete años antes del lanzamiento.
Mark Darrah, un veterano desarrollador de la serie Dragon Age, ofrece algunas pistas interesantes en su canal de YouTube.
Según Darrah, uno de los principales motivos radica en el miedo que impera en los estudios de desarrollo. El temor a la cancelación por parte del editor o la necesidad de mantener vivo el interés del público ante un catálogo débil, impulsan anuncios tempranos que no siempre reflejan el ritmo real de desarrollo.
“Los estudios pueden ser un poco engañosos en este sentido, porque dirán cosas como ‘hemos comenzado a trabajar en Elder Scrolls 6’, o incluso podrían mostrar un tráiler del juego, aunque el equipo actual tenga menos de 10 personas”, comentó.
“Entonces, dan la impresión de que se trata de un desarrollo paralelo, que el equipo está trabajando en este juego, cuando en realidad son unas pocas personas teniendo algunas reuniones y no se está avanzando mucho”.
En este sentido, el anunciar un juego no implica que todo el equipo esté trabajando a toda máquina en él. Al inicio del proceso, es común que solo un pequeño grupo se dedique a la conceptualización y las ideas iniciales, creando una falsa imagen de desarrollo paralelo cuando, en realidad, el avance es lento.
A esto se suman otros factores que contribuyen a los extensos tiempos de desarrollo, como la ambición y complejidad de los juegos AAA actuales.
También existe la posibilidad de que cuando hay una brecha de 10 años o más entre entregas de una saga, es probable que no se haya hecho ningún trabajo en el nuevo juego durante los primeros años.