SEGA Dreamcast fue la última consola de la compañía nipona en la 6ta. Generación, compitiendo contra GameCube (Nintendo), Xbox (Microsoft) y PS2 (Sony), y a pesar de la calidad de la susodicha consola, todos saben quien es considerada la consola más vendida de toda la historia del mundo mundial.
En una entrevista con Gamesradar, Peter Moore habló sobre el fracaso de la Dreamcast, no solo fue el éxito de PlayStation, sino que el excelente trabajo puesto por la compañía en su consola, valorando el Emotion Engine, que fue la unidad central de procesamiento desarrollada por Sony y Toshiba.
En palabras del propio Moore: “Hicieron las cosas que Sony hace muy bien y fueron a tope, como han hecho con cada versión de PlayStation desde entonces”.
Sin embargo, Sony fue uno de los clavos en el ataúd, ya que el principal problema de la Dreamcast fue su catálogo, que estaba más dirigido al mercado japonés.
“Cuando veías el estilo de desarrollo japonés en la época, consistía en dejar a los desarrolladores averiguar qué quieren hacer y luego ellos te dejarán saber qué harán. Solo sabías lo que estaba haciendo el equipo en las fases de desarrollo alpha, o a veces en las de prototipo. Hasta entonces, no sabías qué estaban haciendo. SEGA tenía nueve equipos trabajando así, y es algo que no ocurre en el mundo moderno”.
Estas declaraciones del ex-director de SEGA dejan en claro que en una época donde GTA III fue un fenómeno de masas, no supieron adaptarse a lo que estaba de moda en el mercado. Sobre la fama de la saga de Rockstar en contraste a ellos mismos, Moore dice lo siguiente: “A pesar de la controversia inicial, ese era el camino que tomaba la industria. Pero nuestro contenido era japonés, con espadas, ninjas, peces o fantasía. Lo vimos venir, en realidad”.
Nadie niega el valor de la Dreamcast y su catalogo, hizo cosas que estuvieron adelantas a su epoca cuando salio, pero una serie de eventos desafortunados la enterró para siempre. Hasta el dia de hoy, todos la recuerdan como mucho cariño y con toda la razón, es un recordatorio que Japón tiene talento en la industria del videojuego, que al igual que los Italianos con Ferrari o Lamborghini ven un arte en la ingeniería automovilística, los Japoneses en la programación y desarrollo de videojuegos, y yo, comparto esa ideología.