“Personalmente, no creo que llegue a marcar una muy extrema diferencia. De lo que la mayoría de usuarios suele preocuparse normalmente son cosas como: ‘¿Funciona? ¿Se ve bien? ¿Puedo jugarlo?‘ Así que todas estas cosas respecto al framerate y la resolución, a pesar de ser algo que se discute mucho entre los más entusiastas, no creo que realmente importe al jugador casual, o incluso al jugador más recurrente que no esté interesado en tecnología. Aunque creo que las cosas van a funcionar así de ahora en adelante. Estamos recibiendo tantos cambios tan increíbles en cuanto a tecnología. Mucho más que en cualquier otro punto de la historia. 4K, VR, GPU, tremendos saltos hacia adelante, nuevas formas de visualización y almacenamiento”.
A pesar de que destacó el tremendo progreso que estaba llegando de forma continua al mundo de las consolas, también mencionó que si no querían quedarse atrás con respecto a los ordenadores, no pueden reducir el ritmo. Cree que las consolas pueden seguir siendo una parte fundamental del mundo de los videojuegos, pero para ello serán necesarios ciclos cortos de generaciones como la actual, con continuos saltos entre plataformas como lo visto con PlayStation 4 y PlayStation 4 Pro, y más recientemente con Xbox One y Project Scorpio. ¿Tendrá razón Danny Garfield y la mayor potencia presentada por Microsoft con Project Scorpio no será realmente tan importante para el público medio como esperan desde la compañía?