Joaquín Phoenix ha vuelto a ser noticia, pero esta vez por razones menos favorables. El intérprete, conocido por su meticulosa preparación y su entrega a los personajes, ha dejado boquiabiertos a todos al abandonar abruptamente un proyecto cinematográfico a pocos días de comenzar el rodaje.
La película en cuestión, una producción independiente dirigida por Todd Haynes, prometía ser una exploración profunda de la relación gay entre dos hombres en la década de 1930. Phoenix, quien estaba profundamente involucrado en el proyecto, co-escribió el guion junto a Haynes y Jon Raymond. La historia, que abordaría temas de sexualidad y marginalidad, estaba pensada para ser una de las más atrevidas de su carrera.
Sin embargo, a solo cinco días de iniciar la filmación, Phoenix decidió retirarse sin dar explicaciones. Esta decisión ha generado un gran revuelo en la industria cinematográfica, dejando a todo el equipo de producción en una situación complicada. Los decorados ya estaban construidos, el presupuesto estaba comprometido y las expectativas eran altas.
Las razones detrás de esta abrupta salida no están del todo claras. Algunos especulan que el actor podría haberse sentido abrumado por la intensidad de las escenas gay. Otros sugieren que podrían haber surgido diferencias creativas con el director.
La decisión de Phoenix ha generado una ola de críticas en las redes sociales. Muchos han acusado al actor de ser egoísta y de no tener en cuenta las consecuencias de sus actos.
Lo que está claro es que este episodio ha manchado la imagen de Joaquín Phoenix. Su reputación como actor comprometido y profesional se ha visto seriamente dañada.
Ahora, surgen informes de que podrían emprenderse acciones legales, después de que la decisión provocara la protesta de los veteranos del sector.
«Ha habido una enorme indignación», reveló un ejecutivo del estudio a The Hollywood Reporter. La publicación citaba fuentes que sugerían que se podrían emprender acciones legales a causa de la decisión.