Hugh Jackman ha compartido el gran reto al que se enfrentó para volver a ponerse en forma como superhéroe para Deadpool & Wolverine.
El actor de 55 años, que encarna a Wolverine en la tercera película de Deadpool junto a Ryan Reynolds, dijo a People que luchó con ciertos aspectos del entrenamiento para el papel. Señaló que no eran los entrenamientos físicos con los que tenía problemas, sino el consumo de alimentos necesarios para construir el músculo y la fuerza de un superhéroe.
“Cuando volví a ello, fue muy divertido y me emocioné. Al principio me dolía un poco el cuerpo, pero me encantó que mi cuerpo siguiera respondiendo. Y me di cuenta de lo bueno que es para el cerebro. Pero lo más difícil… fue la comida“, admitió Jackman, revelando que siempre le ha costado coger peso para los papeles.
“Tengo que comer mucho“, añade. “Por mi tipo de cuerpo, soy delgado por naturaleza. Lo más difícil es ganar talla. Esa es la parte que me trae problemas“.
Reynolds simpatizó con las luchas de Hugh Jackman y reconoció que comer para aumentar la masa muscular no es una tarea fácil.
Los resultados del duro trabajo de Jackman se hicieron evidentes cuando empezó a rodar escenas de lucha para Deadpool & Wolverine que requerían complejas coreografías y dobles.
Reynolds dijo que “no podía creer” el físico que Jackman aportaba al papel y que su edad no influía en su capacidad para llevarlo a cabo.
