Hidetaka Miyazaki, genio creativo detrás de la saga Soulsborne y director de Elden Ring, ha confesado en una entrevista con The Guardian que, a pesar de ser el artífice del juego, no es precisamente un jugador habilidoso.
Miyazaki, quien suele dedicar mucho tiempo a jugar sus propias creaciones antes de su lanzamiento, admite que con Elden Ring no fue la excepción. Sin embargo, esta vez se encontró con un desafío mayor: “Soy pésimo en los videojuegos“, afirma.
Ante esta situación, Miyazaki se vio obligado a recurrir a todas las herramientas que el propio juego ofrece para completarlo, incluyendo la ayuda de otros jugadores, invocaciones e incluso su propio conocimiento como desarrollador.
“La libertad y la naturaleza de mundo abierto de Elden Ring quizás bajaron la barrera de entrada“, reflexiona Miyazaki. “Y yo podría ser quien más se beneficie de eso, como jugador, más que nadie“.
Las palabras de Miyazaki dejan en claro que, incluso para los creadores más experimentados, la dificultad de Elden Ring puede ser un reto formidable. Sin embargo, el juego también ofrece diversas opciones para que los jugadores menos habilidosos puedan progresar y disfrutar de la experiencia.
Elden Ring ha sido aclamado por la crítica y el público por su jugabilidad desafiante y su mundo abierto repleto de secretos por descubrir. Sin embargo, su dificultad ha sido un punto de debate entre los jugadores, con algunos que la consideran excesiva y otros que la aplauden por su exigencia.
Las declaraciones de Miyazaki demuestran que, incluso para los más experimentados, Elden Ring puede ser un reto que requiere de estrategia, paciencia y, en ocasiones, un poco de ayuda.
