Hideo Kojima, el visionario detrás de la saga Metal Gear, ha dejado claro que su objetivo trasciende la simple creación de videojuegos. Para él, cada título es una obra de arte que aspira a perdurar en el tiempo, más allá de su propia existencia. Kojima ha expresado en múltiples ocasiones su deseo de que sus juegos sean tan perdurables como las pinturas clásicas, capaces de emocionar y conectar con las personas durante siglos.
En una entrevista reciente, Kojima llevó esta idea al extremo al afirmar que le gustaría crear juegos que pudieran ser apreciados incluso por Aliens.
“Para empezar, la manera con la que se evalúa el arte cambia con el tiempo. Así como los cuadros se valoran 100 o 200 años después de la muerte del artista, los videojuegos y las películas también se mantienen como objetos que se transmiten de generación en generación después del fallecimiento de sus creadores“, sigue Kojima en la entrevista. “Si hago algo con lo que me sienta satisfecho, los aliens podrían venir siglos después y decir, ‘esto es increíble’. Creo que eso es lo que significa dejar un legado“.
Esta visión futurista refleja su ambición de crear experiencias universales que trasciendan las barreras culturales y temporales. Al imaginar a alienígenas disfrutando de sus juegos, Kojima subraya su deseo de crear obras que sean atemporales y relevantes para cualquier audiencia, sin importar su origen.
La obsesión de Kojima por la inmortalidad creativa va más allá de la simple especulación. En el pasado, ha expresado su interés en utilizar la inteligencia artificial para continuar creando videojuegos después de su muerte. Esta idea, aunque pueda parecer extravagante, es una manifestación de su deseo de dejar un legado duradero en la industria de los videojuegos.