Hatsune Miku, la ídolo virtual, conocida por sus conciertos holográficos, sorprendió al público de Coachella con una presentación en pantalla LED que dejó un sabor amargo.
Hatsune Miku, la popular vocaloid japonesa, debutó en Coachella con una presentación que generó más críticas que aplausos. A pesar de ser una de las artistas más esperadas del festival, su show se vio empañado por la ausencia de la tecnología de hologramas que la caracteriza.
En lugar de la experiencia inmersiva que los fans esperaban, Miku se presentó en una simple pantalla LED, lo que provocó la decepción de muchos asistentes. Esta decisión, que contrasta con los elaborados shows holográficos que la han hecho famosa, ha generado un debate entre los seguidores de la vocaloid virtual.
Algunos fans han expresado su frustración en las redes sociales, criticando la falta de esfuerzo y creatividad por parte del equipo de Miku. Otros, más comprensivos, han sugerido que la decisión de utilizar una pantalla LED podría haberse debido a restricciones técnicas o presupuestarias.
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Sin embargo, la controversia no se limita a Coachella. La actual gira de Miku por América del Norte, Miku Expo, también ha recibido críticas similares por la ausencia de hologramas. Los fans lamentan que Hatsuno Miku, conocida por sus presentaciones vanguardistas y tecnológicas, esté recurriendo a métodos más simples y menos impactantes.
Este traspié en Coachella y la gira Miku Expo deja entrever una posible desconexión entre las expectativas de los fans y la realidad de las presentaciones en vivo de Hatsune Miku. Si bien la tecnología juega un papel fundamental en la experiencia de la vocaloid virtual, la conexión emocional con su público y la calidad artística de sus shows siguen siendo elementos esenciales para su éxito.