El proyecto DeepMind de Google ha creado una nueva inteligencia artificial (IA) llamada SIMA, capaz de jugar juegos básicos como lo haría un humano. Esta IA puede realizar una variedad de tareas en entornos de videojuegos, como disparar asteroides en No Man’s Sky, encontrar agua en Valheim o conducir un automóvil en Goat Simulator 3.
SIMA funciona mediante la combinación de dos modelos: uno que mapea imágenes a lenguaje y otro que predice lo que sucederá en la pantalla. Estos modelos se han ajustado con datos de entrenamiento específicos para los diferentes juegos en los que se ha probado SIMA.
La IA aún se encuentra en desarrollo, pero ya ha aprendido a realizar más de 600 habilidades básicas. Se espera que con el tiempo, SIMA pueda mejorar y realizar tareas más complejas, como encontrar recursos y construir estructuras.
La llegada de SIMA representa un avance significativo en el desarrollo de la IA. Esta tecnología tiene el potencial de revolucionar la forma en que interactuamos con los videojuegos, permitiéndonos crear experiencias más inmersivas y realistas.
Además de su potencial para el entretenimiento, SIMA también podría tener aplicaciones en otros campos, como la robótica, la educación o la medicina.