El ex campeón mundial de boxeo de peso pesado, George Foreman, ha fallecido a la edad de 76 años, dejando atrás una trayectoria destacada como deportista, clérigo y empresario.
A través de una declaración publicada en Instagram en la mañana del sábado, la familia de Foreman comunicó que la leyenda del boxeo murió «rodeado de sus seres queridos» la noche anterior. «Un predicador devoto, un esposo entregado, un padre amoroso y un orgulloso abuelo y bisabuelo, vivió una existencia marcada por una fe inquebrantable, humildad y propósito», expresó su familia.
«Un humanitario, un atleta olímpico y dos veces campeón mundial de peso pesado, era profundamente respetado. Un agente del bien, un hombre de disciplina, convicción y protector de su legado, luchando incansablemente para preservar su buen nombre, por su familia».
Nacido en Marshall, Texas, en 1949, la familia de Foreman se mudó a Houston, donde creció en la pobreza en el sur segregado y abandonó la escuela secundaria, utilizando su tamaño y fuerza en robos callejeros.
A los 16 años, Foreman fue alentado a canalizar su ira y estatura en el boxeo después de unirse al Cuerpo de Trabajo, que formaba parte de las reformas de la «Gran Sociedad» del presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson.
A los 19 años, en su pelea amateur número 25, Foreman ganó la medalla de oro de boxeo de peso pesado en los Juegos Olímpicos de 1968 en la Ciudad de México.
Tras su victoria, Foreman se convirtió en profesional y ganó su primer campeonato de peso pesado en 1973 contra el campeón reinante Joe Frazier. Sin embargo, su éxito fue efímero después de perder su primer título ante Muhammad Ali en su famosa pelea «El Rugido en la Selva» en 1974.
La derrota devastó a Foreman, quien se tomó un año de descanso antes de regresar al ring y luego, tras otra derrota profesional, se retiró en 1977 para convertirse en ministro ordenado de la Iglesia de Jesucristo.
Una década después, Foreman regresó al ring para recaudar fondos para un centro juvenil que fundó en Texas, donde ganó 24 combates consecutivos antes de perder ante Evander Holyfield en una decisión de 12 asaltos en 1991.
Fuera del ring, Foreman fue más conocido como el rostro de la parrilla George Foreman, que se lanzó el mismo año en que ganó contra Moorer. La máquina de cocina vendió más de 100 millones de unidades, generándole más dinero del que jamás obtuvo en su carrera boxística. Foreman deja atrás a cinco hijos, todos llamados George, cinco hijas biológicas y dos hijas adoptivas.