Durante el auge inicial de los servicios de suscripción en la industria del videojuego, Xbox Game Pass y PlayStation Plus se posicionaron como alternativas revolucionarias, capaces de redefinir la manera en que los jugadores acceden a contenido interactivo. Su éxito fue tan pronunciado que, durante varios años, se creyó que este modelo representaría el nuevo estándar del sector.
Sin embargo, tras el impacto inicial y el crecimiento explosivo registrado durante la pandemia, el panorama ha cambiado de forma sustancial. Según datos compartidos por Mat Piscatella, analista principal en la firma de investigación Circana, el gasto de los consumidores en este tipo de servicios se ha estabilizado en los Estados Unidos desde 2021, sin mostrar signos de incremento sostenido.
La advertencia de Piscatella surge en el contexto del anuncio del retiro de más de 20 títulos del catálogo de PlayStation Plus, lo que ha generado inquietud entre los suscriptores y reavivado el debate sobre la viabilidad a largo plazo de este modelo.
Aunque no se han producido caídas significativas en la cantidad de usuarios o ingresos, la falta de crecimiento en un periodo de cuatro años es una señal clara de estancamiento.
Esto es particularmente relevante si se considera que tanto Game Pass como PS Plus ofrecen catálogos robustos, con una experiencia de usuario optimizada y una propuesta de valor competitiva dentro del mercado global de entretenimiento digital.
Piscatella enfatiza que los servicios de suscripción ya no deben considerarse el eje del futuro de los videojuegos, sino más bien un componente complementario dentro de una industria multifacética. Las razones de este cambio de rumbo son multifactoriales.
Por un lado, el retorno a una vida postpandémica ha reducido el tiempo disponible para el ocio digital. Por otro, la prolongada inestabilidad económica, acompañada por una inflación persistente, ha forzado a muchos consumidores a replantear sus prioridades de gasto, relegando el gaming a un plano secundario.
A esto se suma la política de precios aplicada por los gigantes del sector. En los últimos años, tanto Microsoft como Sony han implementado aumentos graduales en las tarifas de suscripciones, eliminando las ofertas de entrada que inicialmente incentivaron la adopción masiva. Actualmente, el costo mensual es percibido como un factor determinante en la decisión de continuar o no con estos servicios.
A pesar de este escenario, Xbox Game Pass y PlayStation Plus mantienen una base considerable de usuarios activos y continúan siendo piezas estratégicas para sus respectivas empresas. No obstante, el entusiasmo inicial se ha moderado, y las proyecciones apuntan a una evolución del modelo más que a su consolidación como forma dominante de consumo.
US spending on video game subscriptions had been basically flat for years following 2020-21 growth, only boosted by 12% in Q4 thanks to CoD going to Game Pass.
Subscriptions are certainly not THE future of gaming (although they can continue to be part of it).
— Mat Piscatella (@matpiscatella.bsky.social) 27 de abril de 2025, 15:14