A muchos nos encantan los temas de corte espacial y/o futurista, y si somos más extremos esos mismos temas ligados con el terror. Por alguna razón, andar por pasillos estrechos y oscuros con algo acechando entre las sombras siempre resulta cautivador y aterrador. El estudio desarrollador, Fallen Leaf, nos trae el juego de ciencia ficción y terror, Fort Solis.
Es una aventura interactiva que nos lleva al Planeta Marte, en la que viviremos momentos tensos pero que se queda a medio camino por una serie de decisiones de diseño cuestionables. Cuenta con altos valores de producción como voces de actores reconocidos y un apartado técnico creado con el Unreal Engine 5. ¿Será esto suficiente para dar paso a una serie que sea recordada? Eso depende de cada quien.
Llegaré a Marte
En Fort Solis, nos encontramos en el Planeta Marte en un futuro no tan lejano donde interpretaremos al ingeniero minero Jack Leary. Tras recibir una llamada de emergencia de una de las bases asentadas en el planeta rojo, decide junto a su compañera, Jessica, investigar que sucede. Al llegar a Fort Solis, como se le llama a la base, se da cuenta que está vacía y se adentra en lo que parece un misterio que debe resolver.
Parte del encanto del juego se basa en las interacciones de Jack y Jessica a través de las conversaciones de radio. En los primeros compases de la aventura de terror, todo parece ir muy calmado, pero según nos adentramos más en las instalaciones, la cosa se va poniendo tensa. Es aquí con lo que juega el título, la forma de contar pausadamente su historia. Sin embargo, las cosas se apresuran a medida que avanzamos.
El juego se divide en capítulos y tan pronto pase algún acontecimiento importante, nos daremos cuenta de que toca cambio de escenario. Al menos, las interacciones entre personajes son muy convincentes. Sin embargo, mucho de lo que descubriremos viene de archivos y notas que encontraremos por la estación, por lo que no debemos perdernos de esta información para tener una mejor idea.
Si caminas más lento, más miedo te da
Fort Solis es un juego que basa su jugabilidad en la exploración, prescindiendo de mecánicas de combate o sigilo para pasar desapercibidos. La manera de caminar del personaje es lenta, y aunque es parte de la inmersión del juego, en ocasiones resulta bastante tedioso cuando tenemos que devolvernos por ese largo pasillo para buscar algo que nos haga avanzar.
El juego se vale de los Quick Time Events para hacer sentir al jugador que está haciendo algo además de caminar, lamentablemente, están mal implementados. En pantalla los comandos salen tan de repente y tan rápido, que no tendremos tiempo de presionar los botones indicados. Acertar o fallar los QTE, apenas tiene repercusión en la historia, porque varía levemente lo que va a suceder.
El juego tiene algo de backtracking pero para lo que ofrece terminamos preguntándonos si vale la pena. Existen puertas con niveles de autorización para abrirlas desde el nivel 1 al 5, pero en menos de media hora, ya tenía autorización de nivel 3 y apenas sentí que hice esfuerzo. El problema que aquella puerta de nivel 4 que vi en las primeras horas, está tan lejos y Jack con su paso a velocidad crucero no me alienta a volver.
Mucho músculo y pocas nueces
Uno de los puntos destacables de Fort Solis, sin duda es su apartado gráfico. El juego es muy detallado y presenta unas animaciones faciales muy convincentes que pocos juegos triple A han manejado. El sistema de iluminación va acorde con la atmósfera desolada de la estación y tiene Modo Calidad y Rendimiento. Sin embargo, no siempre es estable y ese omnipresente efecto blur de movimiento que se nota cuando se utiliza cualquier motor Unreal.
A nivel sonoro, el juego tiene lo que se podría esperar de una producción de suspenso. Destacan las actuaciones de voz de los personajes con Roger Clark, Troy Baker, Julia Brown, entre otros, realizando un buen trabajo. Viene en idioma inglés con subtítulos en español.
Veredicto
Fort Solis como tal, no es un mal juego, pero tampoco la experiencia definitiva del suspenso. Es un juego de exploración, con algo de Quick Time Events muy repentinos y una velocidad al caminar que exaspera. Además, la historia pierde parte del impacto mientras va avanzando a pesar de las geniales actuaciones de los personajes. Gráficamente deja en evidencia a otros juegos de estudios reconocidos por los modelados, la ambientación y las expresiones faciales. Lo que sí se puede notar, que le falta pulido a algunas de sus mecánicas clave.
Nota: Este review fue realizado en PS5 y el código para revisión fue gracias a Dear Villagers.
