Cheng Pei-pei, la actriz nacida en Shanghái que cautivó al mundo con su talento en las artes marciales y su versatilidad en el cine, ha fallecido a los 78 años.
Su partida deja un vacío en el mundo del entretenimiento, especialmente en el género wuxia (cine de artes marciales chinas), donde brilló con roles icónicos como Jade Fox en “Crouching Tiger, Hidden Dragon” (El tigre y el dragón) y la protagonista de “Come Drink With Me” (Ven a beber conmigo).
Su último papel cinematográfico fue en la adaptación de Disney de “Mulan” en live-action, donde interpretó a la Casamentera, una mujer severa encargada de concertar matrimonios y evaluar a posibles novias y novios.
A pesar de su diagnóstico de parkinson atípico en 2019, Cheng Pei-pei afrontó su enfermedad con valentía y discreción, prefiriendo enfocarse en el tiempo que le quedaba con sus seres queridos. Su familia la recuerda como una mujer amable, talentosa y dedicada a su oficio, una verdadera leyenda del cine que será profundamente extrañada.
La muerte de Cheng Pei-pei marca el final de una era en el cine de artes marciales. Su legado, sin embargo, vivirá para siempre en las películas que protagonizó y en la inspiración que brindó a las nuevas generaciones de artistas.
Más allá de su impecable trayectoria como actriz, Cheng Pei-pei deja un mensaje de fortaleza y resiliencia. Su decisión de mantener su enfermedad en privado para disfrutar de sus últimos años con su familia es un ejemplo de cómo enfrentar los desafíos de la vida con dignidad y amor.
