En agosto de 2014, Nintendo sufrió una de las filtraciones más escandalosas de su historia y un empleado de la compañía fue acusado y despedido por ello. La información sobre el próximo lanzamiento de Super Smash Bros. para Nintendo 3DS y Wii U se filtró en Internet, arruinando la sorpresa del anuncio de 8 personajes y más características que el juego incluiría.
Muchos creyeron que la filtración fue obra de la Junta de Clasificación de Software de Entretenimiento (ESRB), pero la verdad es que la culpa la tuvo el hijo de un empleado de Nintendo, recién descubierto por el canal DidYouKnowGaming. El joven, que tenía acceso a información confidencial de la empresa, la compartió con sus amigos sin pensar en las consecuencias.
La filtración tuvo un impacto negativo en Nintendo. La compañía perdió la oportunidad de sorprender a los fans con el anuncio de nuevos personajes, y también tuvo que lidiar con la reacción negativa de los medios de comunicación y los consumidores.
Para el empleado de Nintendo, la filtración fue aún más devastadora. El hombre fue despedido de su trabajo, y su carrera en la industria de los videojuegos quedó arruinada.
Este caso es un ejemplo de cómo un error de juventud puede tener consecuencias devastadoras. El hijo del empleado de Nintendo no tenía la intención de causar daño, pero sus acciones tuvieron un impacto negativo en muchas personas.