El modo de Battle Royale de Crossout ya está disponible

Targem Games y Gaijin Entertainment han introducido un nuevo modo de juego PvP para el tirador de vehículos post-apocalíptico Crossout, llamado ‘Battle Royale’. 32 jugadores lucharán entre sí en el nuevo mapa ‘Blood Rocks’, que buscarán armas y equipos para mejorar su vehículo de salida con. Solo el último hombre en pie podrá salir vivo de este cruel torneo.

Al comienzo de la batalla, todos los jugadores se enfrentan a las mismas condiciones de partida. Conduciendo solo un buggy ligero sin armas o equipos, tienen que buscar en el campo de batalla artículos útiles como motosierras, lanzacohetes, dispositivos de camuflaje y más. Tan pronto como se recoge un objeto, se lo coloca de inmediato en el propio vehículo, que puede soportar hasta dos armas de fuego, un arma cuerpo a cuerpo y un módulo auxiliar en total. Los módulos instalados se pueden intercambiar en cualquier momento por los muchos otros elementos que se pueden encontrar durante la batalla.

Los buggies especiales utilizados en esta ‘batalla real’ vienen con un marco extra robusto, lo que significa que los jugadores no podrán disparar las ruedas como en las habituales batallas cruzadas. Para neutralizar a un oponente en este modo, el vehículo debe ser destruido por completo. También se pueden encontrar suministros adicionales en el mapa, que incluyen munición adicional para armas o kits de reparación para restaurar la fortaleza del vehículo después de una escaramuza.

El nuevo mapa, ‘Blood Rocks’, es la ubicación jugable más grande en Crossout hasta la fecha y es 16 veces más grande que el mapa PvP promedio disponible en el juego. Cuenta con redes de cuevas, grandes áreas con edificios en ruinas y otras construcciones del viejo mundo, que ofrecen una gran cantidad de refugios para esconderse, pero solo por muy poco tiempo. Cada vez más cerca en el horizonte es una tormenta de arena masiva, que constantemente disminuye el área jugable. Cualquier vehículo atrapado en sus fauces voraces se convertirá en fragmentos en cuestión de segundos, y su movimiento impredecible significa que nunca se sabe qué área del mapa se verá afectada al final.