Un niño prodigio de 13 años conquista el Tetris con una hazaña histórica. Se trata de una hazaña del juego de Tetris en la NES de 40 minutos, donde la concentración tiene que ser máxima, las técnicas precisas y exigentes, y los niveles avanzados presentan bloques casi invisibles. En medio de este reto, hay que limpiar una línea específica en un momento crucial.
Willis Gibson, alias Blue Scuti, un niño prodigio de 13 años de Estados Unidos que irrumpió de la nada en los torneos profesionales de Tetris, ha logrado lo que parecía ser imposible. El 19 de diciembre de 2023, Scuti alcanzó el nivel 153, un nuevo récord mundial, quedándose a solo 18 líneas de la «True Killscreen».
El 21 de diciembre llegó el intento final. Scuti limpia varias líneas en lugar de la única necesaria. El siguiente punto de activación está en el nivel 157, con un 70% de posibilidades de colapso del juego al limpiar líneas individuales. Pero él sigue adelante, con los nervios a flor de piel, y en un momento de tensión máxima, limpia la línea crucial. El juego se bloquea, y Scuti hace historia del Tetris.
En una entrevista, Scuti confiesa: «Los nervios fueron lo más difícil después de 30 minutos. Un error y se acaba todo». A sus compañeros jóvenes les dice: «Si te enfocas y trabajas duro, lo lograrás».
En un momento emotivo, Scuti dedica su hazaña a su padre, fallecido en diciembre. Y con orgullo muestra al final una sudadera con las palabras «Blue Scuti», una imagen congelada de su pantalla final perfecta y la frase «Nunca termina».
La gesta de Scuti demuestra que con talento, perseverancia y dedicación, los sueños más ambiciosos se pueden alcanzar. Su hazaña no solo quedará como un hito en la historia del Tetris, sino como una inspiración para todos los que persiguen sus metas con fervor.