A principios de este año, el Senado australiano aprobó una investigación sobre las cajas de botín que se llevará a cabo por el Comité de referencias de medio ambiente y comunicaciones. El comité ha informado los resultados de esos hallazgos, y la última palabra no es amable. Entre otras cosas notadas en los resultados, el comité dice que “las cajas de botín brindan a las compañías de juegos una forma no regulada de explotar los trastornos del juego entre sus clientes”.
El informe dice que “nuestro estudio a gran escala (n = 7,422) encontró vínculos importantes entre el gasto de la caja de botín y el problema del juego. Cuanto mayor era el problema de los juegos de azar de los jugadores, más probable era que gastaran grandes cantidades de dinero en botines”.
Basado en eso, el comité sugiere que “las cajas de botín actúen como una puerta de entrada al juego problemático entre los jugadores”, diciendo que existe un “riesgo serio” de que las cajas de botín generen “daños relacionados con el juego”.
El informe completo sugiere que los juegos con cajas de botín reciban advertencias parentales, anuncien la presencia de “contenido en el juego” y que “se considere seriamente la restricción de juegos que contienen botines para jugadores con edad legal para jugar”.
Esas son las recomendaciones del comité comisionado por el Senado, pero solo se traducirán en acción si se aprueba la legislación. Las acciones anteriores, como los esfuerzos de la caja de Bélgica en contra de las cajas de botín, han dependido de la extensión de las leyes de juego existentes para cubrir las transacciones al estilo de las cajas de botín. Pero parece que ese resultado específico es poco probable en Australia.
La Ley australiana de juegos de azar interactivos de 2001 se cita como la ley aplicable más probable para las cajas de botín, pero dado que estas transacciones digitales por lo general no se pueden “cobrar” por valor real, es poco probable que se aplique esa ley aquí. Se han intentado enmendar esa ley para extenderla a artículos virtuales a lo largo de los años, pero esos intentos han fallado.
“Sin una enmienda de las actuales leyes australianas de juegos de azar”, concluye el comité, “la acción de aplicación en términos de cajas de botín es actualmente improbable”.
