Dragon Ball Super explica por qué Vegeta ama tanto pelear

Dragon Ball Super explicó por qué Vegeta ama tanto pelear con el capítulo más nuevo de la serie. Si hay una constante sobre él desde que se presentó por primera vez a la serie, es que a Vegeta le encanta pelear.

Como ha expresado en muchos momentos de la franquicia hasta ahora, el orgullo de Vegeta como Saiyan significa que no solo se vuelve más fuerte en cada pelea (y por lo tanto, la lucha está literalmente en su sangre), sino que él mismo prospera con el desafío. Pero el arco de Granolah the Survivor ha sido la primera vez que Vegeta ha sido desafiado mentalmente sobre esta filosofía.

Con el capítulo anterior de la serie, Vegeta estaría entrando en la pelea después de que Granolah derrotara a Goku, el capítulo más nuevo de la serie comienza su pelea por completo. Su entrenamiento de Hakai con Beerus había desafiado a Vegeta a pensar en sí mismo y en su orgullo como un guerrero Saiyajin de manera diferente, y parece que se contagió en su lucha. Porque, como explica en el capítulo más reciente, su amor por las peleas se debe ahora a que no hay un resultado establecido.

En el capítulo 74 de la serie vemos que Granolah está llevando un chip mucho más grande en su hombro a la pelea que Vegeta. A pesar de que Vegeta intenta disuadirlo y dice que él y Goku ya no están atados con Freezer, Granolah se niega a escuchar y comienza a alimentar su rabia ciega y ataca a Vegeta con técnicas cada vez más únicas. Sin embargo, no importa lo que haga Granolah, Vegeta todavía tiene mucha confianza en su victoria y nunca pierde la sonrisa de su rostro.

A diferencia de la confianza que mostró antes que lo llevó a muchas de sus batallas fallidas en el pasado, la felicidad de Vegeta ahora proviene de vivir verdaderamente el momento y amar esta pelea contra un oponente más fuerte. Granolah continúa golpeándolo con técnicas poderosas, pero esto solo hace que Vegeta sea más feliz. No importa cuánto se jacte Granolah de ser el más fuerte, Vegeta explica que el resultado de su pelea nunca está del todo establecido.