Desde que se anunció Spider-man: No way Home, ha habido una cantidad increíble de rumores y filtraciones que han rodeado a esta película, y no es para menos, pues con el tráiler y las filtraciones más recientes, nos hemos dado cuenta que esta película será el fenómeno del año, superando con creces a Avengers: Endgame.
Y claro, todo esto se debe a las puertas del multiverso, que después de tanto tiempo van a abrirse, dando paso a que los personajes de entregas anteriores lleguen al MCU, y por fin tengamos el anhelado Spider–Verse, por todo lo alto.
Pero hoy quiero hablar de un tema quizás no tan apantallante como el multiverso arácnido, pero si igual de importante para aquellos fanáticos que siguieron con mucho cariño la serie de Daredevil de Netflix.
Netflix nos dio en mi humilde opinión, la mejor serie de superhéroes en live–action hasta la fecha, pues su tono crudo, la forma de contar su historia y sobre todo los personajes, son los elementos más entrañables de este fabulosa serie.
Pues, esta llegó en un momento idóneo en 2015, donde ya habíamos visto el fenómeno de los vengadores y lo que Marvel había estado creando desde el 2008, sin embargo no fue hasta los Avengers de 2012 que todo se unifico en una sola película, y nos mostro a este grupo de vengadores salvando al mundo.
Pero tres años después de esto llegaría Daredevil, con un tono mucho más serio, sin perder el carisma, pero manteniendo a sus personajes en un estatus más terrenal, y siendo su principal protagonista un abogado que de noche se convierte en un vigilante y aterroriza a los criminales de las calles de Hell’s Kitchen.
Pero este superhéroe era distinto de los Vengadores, puesto que estos grandes héroes casi nunca sangraban y sus problemas emocionales o personales siempre terminaban en una discusión, o en una charla de 10 minutos con otro personaje, sin mayor profundidad, fue sin duda refrescante ver la contraparte de este fenómeno en Daredevil.
Donde, la figura que se estaba creando de un super-heroe en Marvel, era diferente en el universo de Netflix, ya que Matt Murdock sangraba, le costaba ganar sus peleas y existía un esfuerzo real, no era por no estar preparado, dado que sus habilidades de parkour, su entrenamiento similar al de un ninja, mas sus habilidades sobre-humanas que lo vuelven casi un hacker humano, lo mantenían a raya para defender Hell’s Kitchen.
Pero esto no era suficiente, en muchos de sus combates incluso en los que gana, hay un esfuerzo presente, le cuesta mucho ganar sus peleas y con cada temporada que pasa, los enemigos son más letales como The Punisher, el ninja Nobu de The Hand y por supuesto Bullseye, sin mencionar todas las palizas físicas y emocionales que el Kingpin logro acertar en el personaje.
Todos estos fueron enemigos formidables, que le dieron no solo una necesidad de mejorar, sino la oportunidad de probarse a sí mismo y ver lo que un verdadero héroe está dispuesto a sacrificar con tal de hacer lo que cree correcto, y es tanto así que en un punto de la serie te das cuenta que “no es como Daredevil gana sus peleas, sino como las pierde”, lo que lo hace memorable.
Después de cada combate vemos a Matt sufriendo por sus heridas y sobre todo, las consecuencias que tienen sus acciones en su mundo y en la vida de sus compañeros Foggy Nelson y Karen Page.
Hay una profundidad muy dramática y personal en la obra, que refleja lo que Matt debe hacer para salvar su ciudad y no perderse en su ira, y terminar un asesino mas.
Esta profundidad y este tipo de narrativa no lo veo venir, ni estar presente, ni por asomo en el universo Marvel, no me imagino a Kevin Feige pensando en que dilema moral y filosófico vamos a poner nuestro personaje en nuestra próxima película PG-13.
No es factible, ni desde un punto de vista comercial, ni de mercado pues en términos de dinero lo que más vende es la fórmula de Marvel, chiste rápidos con efectos visuales “espectaculares” y listo, tenemos un episodio más en la telenovela de Marvel.
Es por esto que menciono el efecto que tendrá el traer al Daredevil de Netflix al MCU, pues a mi pesar y al de muchos, no será lo mismo, temo que sea más caricaturesco, y que adapten su personalidad y su historia a los modismos del MCU, y con esto destruyan por completo la profundidad que teníamos en la serie.
Es una lástima perder a un villano tan increíble como el Kingpin de Vincent D’Onofrio, a un personajes que le puedes tener miedo u odiarlo, y sin embargo querer, un villano que cree fielmente en sus convicciones y es capaz de hacer lo que sea por lograrlas, el único villano que tuvimos de este calibre después de 10 años de historias fue Thanos y bueno…, no duro mucho.
Espero que Spider-man: No Way Home rompa records y que la aparición de Charlie Cox como el abogado de Peter Parker emocione tanto a los fans que, los productores de Marvel no le queden más opción que traerlo de vuelta, y si soñar no cuesta nada me encantaría que mantuvieran al menos al cast y algo de la profundidad y realismo que Daredevil de Netflix le trajo al mundo de los superhéroes.