El popular juego de trompos Beyblade no solo ha cautivado a niños y jóvenes durante décadas, sino que también ha despertado la ambición de sus creadores de convertirlo en un deporte olímpico.
El diseñador Kenji Horikoshi, en una entrevista, ha revelado que Takara Tomy, la empresa detrás de Beyblade, ve el juego como un “deporte asistido por equipos“, similar al golf o el skateboarding, con un gran potencial para la competición y el desarrollo de habilidades.
Aunque la idea de Beyblade en las Olimpiadas todavía es una broma entre los empleados de Takara Tomy, la pasión por el juego y el deseo de expandir su alcance global son evidentes. La misión de la empresa, según Horikoshi, es “continuar innovando” y “asegurarse de que las personas de todo el mundo tengan la oportunidad de apreciarlo y jugar entre ellos de verdad y tener ese espíritu competitivo”.
Beyblade, que se originó en 1999, consiste en un duelo entre dos jugadores que lanzan sus trompos giratorios a una arena. El último trompo en pie se proclama vencedor. La simplicidad de las reglas y la emoción de la competencia han convertido a Beyblade en un fenómeno mundial, con torneos y eventos que atraen a jugadores de todas las edades.
La posibilidad de que Beyblade se convierta en un deporte olímpico aún es lejana, pero la ambición de sus creadores y el entusiasmo de sus jugadores no se pueden negar.
