La adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft ha estado bajo el escrutinio de las autoridades reguladoras durante un tiempo, y no sorprende que un acuerdo de esta estatura, valorado en $ 69 mil millones si se le permite la compra, esté tomando tanto tiempo bajo la lupa. La Comisión Europea emitió una advertencia antimonopolio sobre el acuerdo hace menos de un mes, mientras que la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido y la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos también continúan investigando el acuerdo.
En lo que respecta específicamente a la Comisión Europea, la decisión provisional del organismo regulador con respecto a la adquisición tardará un poco más en publicarse de lo previsto anteriormente. En declaraciones recientes a Bloomberg, el regulador de la UE confirmó que está retrasando su fecha límite para publicar una decisión provisional por 10 días, hasta el 25 de abril, afirmando que dada la magnitud del acuerdo, las autoridades reguladoras globales no deberían tener prisa por tomar decisiones precipitadas.
Microsoft ha tomado varias medidas últimamente en un esfuerzo por disipar las preocupaciones sobre cómo el acuerdo podría afectar la competencia, en caso de que se le permita pasar, ha firmado acuerdos vinculantes que lo verán lanzar juegos de Call of Duty para plataformas Nintendo y GeForce Now durante al menos los próximos diez años. Un acuerdo similar también está sobre la mesa para Sony, pero Microsoft dice que aún no está cerca de llegar a un acuerdo con la compañía.
