Un año después del trágico accidente del sumergible Titan, Guillermo Söhnlein, cofundador de OceanGate, no se rinde ante las profundidades marinas. Su nuevo objetivo es el Dean’s Blue Hole, un sumidero submarino de 200 metros de profundidad en las Bahamas, considerado por algunos como un portal al infierno.
Söhnlein, quien también cofundó Blue Marble Exploration tras su salida de OceanGate en 2013, busca realizar la primera inmersión tripulada en este lugar prácticamente inexplorado. Un viaje lleno de riesgos y desafíos: aguas desconocidas, corrientes impredecibles, presión extrema, oscuridad casi absoluta y una ubicación remota.
Sin embargo, el anuncio de la expedición no revela el costo para aquellos que deseen unirse a esta aventura. En el pasado, OceanGate cobró $250,000 a “exploradores ciudadanos” por ver los restos del Titanic.
A pesar de los peligros y la tragedia del Titan, Söhnlein se muestra optimista y decidido. “Descubramos qué salió mal, aprendamos las lecciones y volvamos allí abajo”, dijo en una entrevista.
Co-founder of OceanGate is organizing a trip to one of the world’s deepest sinkholes one year after the other co-founder of the company was killed on the sub visiting the Titanic.
The site he is planning to visit is a 663-feet deep “unexplored” sinkhole in the Bahamas. pic.twitter.com/BVTZxXxD5M
— Pop Base (@PopBase) June 19, 2024
Los científicos de Blue Marble Exploration esperan hallazgos sin precedentes en este viaje. Equipados con sumergibles tripulados, luces LED y tecnología de drones submarinos, se adentrarán en las condiciones menos hospitalarias de la Tierra.
El sitio web de la empresa incluso menciona la posibilidad de encontrar restos humanos, ya que cada año se producen ahogamientos en este sumidero debido a diversos accidentes.
El futuro de la exploración submarina se presenta incierto tras el desastre del Titan. La implosión del sumergible, que cobró la vida de cinco personas, ha puesto en duda la seguridad de este tipo de misiones.