Después de reunirse con Tencent Holdings y NetEase, los reguladores chinos han detenido todas las nuevas aprobaciones de videojuegos en línea.
Esto es parte del impulso de China para detener la adicción al juego entre los jugadores jóvenes. La intención de la administración de Xi Jinping es frenar el consumo de videojuegos entre los jóvenes chinos.
Ayer convocó a ejecutivos de la industria a una reunión en la que les dijeron que su “enfoque solitario” en las ganancias debía cesar y que todas las aprobaciones para juegos en línea se congelarían hasta nuevo aviso.
Las acciones cayeron rápidamente, ya que los miembros de la industria temen que esto sea solo el comienzo.
La razón para congelar las aprobaciones de juegos es porque el gobierno chino quiere encontrar una manera de reducir la cantidad de títulos lanzados, por lo que no está claro cuándo se levantará la suspensión.
A fines de agosto, se establecieron nuevas limitaciones que significaban que los menores solo podían jugar tres horas por semana: una hora los viernes, sábados y domingos.
La única excepción a la regla son las vacaciones. Sin embargo, estas nuevas restricciones provocaron que los servidores colapsaran rápidamente debido al aumento de jugadores jóvenes que iniciaban sesión todos a la vez, mientras que muchos encontraron formas de eludir las limitaciones por completo.
Las restricciones limitan la agencia de menores al restringir cuánto pueden jugar, pero también se extienden a menospreciar a las personas LGBTQ +.
Esto se debe a que el gobierno chino declaró que los juegos con el “conjunto de valores incorrectos”, como adorar al dinero o presentar “amor gay”, deben ser boicoteados.
Como tal, la escena de los juegos chinos, que comprende éxitos como Genshin Impact de miHoYo, está siendo presionada para evitar la presentación de personajes, matices y mensajes queer.
Hay muchas ramificaciones tácitas que se derivan de las limitaciones establecidas, pero muchos temen que el gobierno chino apenas esté comenzando a aumentar su presión contra los juegos.
“La suspensión informada de las aprobaciones de nuevos títulos sugiere una expansión de la última represión de juegos de China”, dijo a Bloomberg el analista de tecnología con sede en Shanghai Michael Norris.
“Lo que parecían controles paternalistas sobre la actividad de juego de los menores puede potencialmente transformarse en restricciones más amplias sobre el contenido y los modelos de monetización”.
