No es ningún secreto que jugar puede ser una afición cara. Entre el hardware, los accesorios, las suscripciones mensuales o anuales y, por supuesto, los propios juegos, todo puede salir muy caro. Los jugadores ya han visto aumentar los precios de las suscripciones y los juegos han pasado de costar 60 a 70 dólares.
Ahora, parece que los editores se preparan para otra subida de precios. Ese precio podría llevar a los juegos mucho más allá de los 70$, a un territorio inexplorado. Queda por ver cuándo se producirá esa subida o qué juego será el primero en aplicarla.
En una entrevista concedida a GamesIndustry, Lars Wingefors, CEO de Embracer Group, ha revelado que su conglomerado ha estado debatiendo cómo fijar el precio de sus títulos en el futuro.
“No digo que no se pueda subir el precio“, afirma Wingefors. “Pero la realidad es que nadie lo ha intentado. Si creas un RPG enorme, por ejemplo, con 100 o 150 horas de juego, muy pulido y una experiencia única, ¿estaría el consumidor dispuesto a pagar más? Si así fuera, habría más productos que podrían salir al mercado. Pero nadie lo ha probado“.
Aunque se trata de una consideración, Wingefors afirma que Embracer Group seguirá fijando los precios de sus juegos como el resto de la industria.
“Es algo que hemos estado discutiendo, pero actualmente nos atenemos a la práctica de la industria“, añadió. “¿Será esa empresa la que un día intente subir los precios? Eso está por ver“.
Cuando se produzca una subida de precios, las repercusiones en la industria del videojuego serán enormes. Y aunque el cambio de precios no sea inminente, cada vez es más evidente que los estudios lo están discutiendo internamente.