Capcom, una de las compañías de videojuegos más importantes del mundo, ha decidido endurecer su postura contra las modificaciones (“mods”) a sus juegos. Esta decisión ha generado polémica entre los jugadores, quienes consideran que es un paso atrás para la comunidad.
La postura anti-mods de Capcom se basa en la creencia de que las modificaciones son equivalentes a las trampas. La compañía argumenta que las modificaciones pueden dar a los jugadores una ventaja injusta, lo que puede distorsionar la experiencia de juego.
Sin embargo, los jugadores consideran que las modificaciones son una forma legítima de disfrutar de los videojuegos. Las modificaciones pueden utilizarse para añadir nuevos contenidos, mejorar el rendimiento o simplemente personalizar la experiencia de juego.
El caso de Resident Evil Revelations es un ejemplo de los problemas que pueden generar las medidas anti-mods. La última actualización del juego incluye el software anti-manipulación DRM llamado Enigma, que ha causado problemas de funcionamiento y rendimiento en algunos sistemas.
Si Capcom continúa implementando medidas anti-mods en sus juegos, podría sentar un precedente preocupante para el futuro de la comunidad de jugadores. Las modificaciones son una parte importante de la cultura de los videojuegos, y su prohibición podría limitar la libertad de expresión y creatividad de los jugadores.
